Con trasplante tienen segunda oportunidad de vida
Luz Yahana Sanlucar Dorantes de 33 años nunca
imaginó que una infección en la garganta durante su juventud le afectaría
gravemente los riñones, hasta ocasionarle una insuficiencia renal que cambió
radicalmente su vida, incluso a punto de truncar su mayor sueño: cantar.
A seis años y cuatro meses de ser trasplantada en el
Instituto Mexicano del Seguro Social, hoy tiene una vida normal y llena de
sueños e ilusiones por cumplir. Está profundamente agradecida con Dios por la
segunda oportunidad que le da; con su mamá Gabriela Sanlucar por haberle dado
su amor, cuidados y uno de sus riñones, y con el IMSS porque sin el servicio
que recibe de médicos, enfermeras y demás personal no estaría contándolo.
Relata que a los 18 años de edad comenzó con
infección en la garganta que no se trató a tiempo, para posterior presentar
fuertes dolores de cabeza, náuseas y vómito, hasta que fue al médico y vino el
diagnóstico: insuficiencia renal.
“A los 19 años comenzó mi andar, casi siete años me
lleve hasta alcanzar el trasplante de riñón, durante ese tiempo estuve en
diálisis y hemodiálisis. Mi mamá fue la primera candidata donadora, pero no
salió bien en los estudios porque estaba tirando proteína por la orina, mis
tíos también fueron pero por uno u otra cosa no se podía”, recordó.
Al pasar los años su mamá se embaraza, después de
nacer el hermanito de Yahana, se somete por segunda ocasión a los estudios y
esta vez con resultados positivos para ser donadora, iniciando con ello el
protocolo de trasplante, el cual se realiza el 14 de febrero de 2011.
Seis años después de ser trasplantada, Luz Yahana es
feliz y hace lo que más le gusta: cantar. Aprovecha el Día Mundial del Paciente
Trasplantado para hace un exhorto a la población a ser donador de órganos, y
brindar la oportunidad de vida.
“Todas las personas que aún piensa que el donar el
malo, les aseguro que no es así, no sólo los pacientes se lo agradecerán, sino
Dios los recompensará. Demos una oportunidad de vida, no tengan miedo, los
pacientes tenemos sueños por cumplir y ustedes pueden ayudar a alguien a
cumplirlos; abran sus corazones, donen sus órganos”.
Por su parte, Alberto Vido Pérez paciente de
nefrología por riñones poliquísticos por herencia familiar, hace mes y medio
fue trasplantado gracias a la donación que le hizo su esposa, como una prueba
de amor verdadero.
A los 30 años fue diagnosticado con riñones
poliquísticos, luego de que un estudio evidenciara un crecimiento anormal de los
órganos. Como primera medida le extirparon los dos riñones, e inicio con
sesiones hemodiálisis para desintoxicar su organismo.
Tres meses más tarde ingresó a cirugía para recibir
el riñón de su esposa, hoy a mes y medio está en observación y control, pues
todo paciente trasplantado queda en vigilancia y medicación permanente, a fin
de evitar rechazo del órgano.
“Estoy muy agradecido con el IMSS por el servicio y
orientación que he recibido de todo el personal, he sido bien tratado y
acompañado a lo largo de mi padecimiento”, aseguró.
Su exhortó a la población va encaminado a dejar de
lado el miedo a la donación de órganos: “Los seres humanos sólo necesitamos un
riñón para poder vivir, así que si podemos compartir uno sería un buen gesto,
tenemos la virtud de dar esperanza de vida, hagámoslo”.