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Sobrepeso y obesidad, principal reto para especialistas de la nutrición en Veracruz


 Xalapa, Ver.- Derivado de la transición epidemiológica, el combate al sobrepeso y la obesidad se ha convertido en el principal reto para los especialistas de la nutrición. De acuerdo con cifras dadas a conocer por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, se reportan altos porcentajes de esta enfermedad entre la población adulta e infantil.

En el marco del Día del Nutriólogo, María Graciela Sánchez Montiel, directora de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV), reconoció la labor de los profesionales de la disciplina y el papel que juegan en el contexto actual de la salud pública.

A pesar de lo anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que sólo hay 2.4 nutriólogos por cada mil habitantes, a lo cual debe añadirse la carencia de espacios y plazas laborales en las instituciones de salud, y los salarios mal remunerados, situación que les orilla a desempeñarse en áreas distintas a su disciplina.

A lo largo de 45 años, la Facultad de Nutrición ha formado a alrededor de cinco mil egresados. Al inicio, la atención nutricional se orientaba hacia el combate a la pobreza y la desnutrición que, principalmente, aquejaba a niños en edad preescolar, mujeres embarazadas y lactantes.

“Ahora, desde hace 10 o 15 años se enfrenta una transición epidemiológica en donde aún prevalece esta problemática. Veracruz no es la excepción, sobre todo en zonas montañosas donde se han registrado casos de desnutrición severa.”

Sin embargo, la obesidad, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica no transmisible, es generadora de otros padecimientos relacionados con la alimentación y el estilo de vida tales como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, cáncer y otros que representan un excesivo gasto público para su atención.

Sánchez Montiel señaló que son varias las causas que la propician, entre ellas: el sedentarismo, consumo excesivo de productos industrializados, bajo consumo de frutas y verduras, y aumento de bebidas azucaradas, por citar algunas.

Por ello, a nivel nacional existen campañas que no han tenido el impacto esperado.

La funcionaria reveló algunos datos vertidos por la Ensanut 2021 sobre COVID-19, misma que refiere el aumento de personas con obesidad. Los resultados nacionales muestran que la mayoría de los casos se registra en la etapa más productiva, es decir, entre los 30 y 59 años de edad. Este padecimiento afecta más a personas de 40 a 49 años, sobre todo en zonas urbanas; mientras que el sobrepeso es más común en áreas rurales.

El 7.8% de menores de cinco años presentaron sobrepeso u obesidad. También, el 37.4% de la población escolar de cinco a 11 años.

En el sector de uno a cuatro años de edad se reportó un consumo habitual de bebidas endulzadas en un 87%, y de botanas en un 53%, incluso son cifras mayores que algunos alimentos saludables como lácteos (65.4%) y frutas (53.9%).

Asimismo, en escolares de cinco a 11 años, la proporción que consumió bebidas endulzadas fue de 92.9%; botanas dulces y postres, 50%; mientras que 91.3% consumió agua de manera habitual.

 

La prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población de 12 a 19 años se encontró en un 42.9%; de 20 o más, 72.4%; hipertensión arterial, 26.4% para mujeres, y 30.5% para hombres.

Otro dato relevante es que menos de la tercera parte de la población de 10 años y más realizaban alguna actividad física o deporte antes de la pandemia por la COVID-19. Durante este evento, disminuyeron el tiempo que le dedicaban a dicha actividad, y se observó un aumento de permanencia frente a las pantallas.

La Directora de la Facultad de Nutrición también informó que, derivado del seguimiento realizado a una generación de alumnos de esta entidad académica, entre 2015 y 2020, se detectó un aumento de obesidad, a pesar de tener los conocimientos teóricos sobre las particularidades del tema.

Para la solución de esta problemática en general, sugirió, es necesaria la unión de esfuerzos entre las instituciones de salud y educativas, con el fin de integrar a más especialistas de esta disciplina en el seguimiento y evaluación del estado nutricio de la población infantil que cursa el nivel básico.

Aunado a las políticas públicas, también se requiere regresar a los sistemas agroalimentarios, cambiar los hábitos alimenticios, estilos de vida, comer correctamente, hacer ejercicio, dormir ocho horas diarias como mínimo, y no estar en contacto con pantallas y celulares hasta altas horas de la noche.

En este sentido, aplaudió el Programa de Trabajo 2021-2025 “Por una transformación integral”, basado en los ejes de derechos humanos y sustentabilidad, que impactan en el quehacer diario del profesional de la nutrición.

Ejemplo de ello es la labor de los cuerpos académicos (CA) de la Facultad de Nutrición: Nutrición, Salud y Educación; Estilos de Vida Saludables, e Investigación en Biomedicina y Nutrición.

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